La uva de cada cosecha, se ha formado en los siguientes días a la floración del año anterior.
Las características cualitativas del racimo, se alcanzan entre la floración, y la recolección, un periodo que va entre 100 y 120 días, solamente. Por lo que, el vinificador debe determinar sobre la parcela, los diferentes estados fenológicos del viñedo, clave fundamental, para una apropiada vendimia, que realizará, en las fechas adecuadas.