La ciudad desde que se nos aparece, compensa de cuantos sacrificios se han hecho por alcanzarla. Sonríe al que llega. Oh, sí, las ciudades tienen una mirada, que se aprecia enseguida, severa o acogedora, y que es como una premonición de la impresión que luego nos llevaremos de ellas.
Y Salamanca, es sonriente.
(René Bazin)