Compartir vía
Creado con Portafolio de fotocommunity
© 2024 Todos los derechos reservados, † Marce de las Muelas Aviso legal Política de privacidad
Mira, yo no te pido que seas mi verso, ni que seas un poema titulado con tu nombre; y describan esas cositas que me gustan de ti. No te pido que me des un amor de novela, ni que seas la chica cursi que saldría en algún capítulo que sabría a champaña y hotel. Ni muchos menos, te pido una tarde placentera con tu compañía; acompañado de café con leche o chocolate con quesitos y panes. No te pido mensajes con abrazos o besitos. Te los deseo a ratos, y desespero por dártelos a ratos que lo pienso. No te pido que me digas te quiero o te amo. Yo lo siento, y sé que lo sabes, porque me has visto deslumbrado de ti, aún cuando estás despeinada y con ojeras al mediodía. Y eso amas y lo quieres de mí… No te pido eternidad amorosa, ni un matrimonio con sortija, ni iglesias, ni un mentiroso juramento entre la riqueza y pobreza frente a un sacerdote y su dios. Yo solo te pido que te quedes… Quédate… Quédate más… Y quédate más mañana… Que lo bueno, siempre algo dura… Y si terminó, brindemos porque nos sucedimos. Aunque tal vez, este amorío sepa a novela, y yo sea el cursi que sin querer, te escribe estos versos pensando en ti y tu nombre, mientras sales de la ducha del cuarto del tercer piso del hotel. Y ya tengo la champaña con las copas esperándote, junto al chocolate para tu boca y tus pechos. Y recuerda, amor mío; luego nos casamos en la ducha. Lo discutiremos en la tarde con un café… o quizás un té… o entre besitos y abrazos… No habrá votos, Ni invitados, ni sortijas; Solo acéptame y yo me quedaré… Que lo bueno, siempre se queda… Y si no se queda, celebremos porque se fue y no se olvidará… - Poeta Vago