...fueron tus dedos...

Llevo tus dedos en el vientre hundidos,
cosidos a la espalda, en las mejillas,
entre los muslos, sobre las rodillas,
tan mios ya como mis apellidos.

Son diez alas, diez huellas, diez gemidos,
diez fuegos de intencion, diez banderillas
clavadas sobre el lomo, me acuchillas
a decenas de tactos retorcidos.

Diez circulos dorados en los senos,
diez ruedas libres de programa y frenos
sobre el mapa sin rutas de la piel.

Francisco Alvarez Idalgo.

Mejor con F11.