Cruzaron el río Tormes y entraron en la vieja ciudad gris de Salamanca, a primeras horas de la tarde. El padre Quijote ignoraba todavía el objeto de su peregrinación, pero, le hacía feliz su ignorancia. Era la ciudad universitaria en la que de chico había soñado hacer sus estudios.....
-¿Que decía, padre?
-Esta es una ciudad santa, Sancho.
(Graham Greene)