El Convento de las Agustinas, hoy, iglesia de la Purísima, fue fundado en 1635, por don Manuel de Fonseca y Zúñiga, Conde de Monterrey y virrey de Nápoles.
Este templo, de clara influencia napolitana, basa su decoración interior, en jaspes y mármoles traídos desde Italia, así como, en pinturas y lienzos de José de Ribera, Finelli, Bassano o Stanzione.