Estos dos puentes, uno, de origen romano, y otro, moderno, cruzan el río Águeda, dando paso a una ciudad de pasado vetón, denominada Miróbriga, y convertida, bajo dominación romana, en Augustóbriga.
Fue reconquistada, tras la invasión de los árabes, por el noble, Rodrigo González Girón, quien la bautizó con el nombre, de Ciudad Rodrigo.