La muralla medieval mirobrigense, comenzó a construirse en el siglo XII, por mandato de Fernando II de León, contando como elementos fundamentales, pensados para la defensa, los altos muros almenados de argamasa.
Posteriormente, en el siglo XVII, es reconstruida en su mayoría, adaptándola a las necesidades de la ciudad, para defenderse en la Guerra de Secesión, con Portugal.
Años más tarde, se reedifica de nuevo, transformándose en baluarte de la frontera de Castilla, siendo desde entonces, una de las más importantes plazas fortificadas de la Península.

DEDICADA A ALFREDONI