Cuando las uvas llegan a su plena madurez, comienzan las alegres labores de la vendimia.
Los racimos recién cortados se transportan en los cestos, hasta el lagar, donde se realiza la pisada de la uva, para obtener el zumo o mosto que una vez fermentado, dará lugar al preciado vino.
Esta faena lleva realizándose desde la época colonial fenicia, y posteriormente griegos y romanos, potenciaron esta actividad, incorporaron el vino en todas sus celebraciones.