Los primeros castillos de piedra, a menudo solo contaban con un torreón, que permitía divisar a lo lejos, al ejército enemigo y desde donde los soldados, podían disparar, entre las almenas y las aspilleras de los muros.

Es lo que queda de un castillo construido entre los siglos XIII y XV, en una población fronteriza con Portugal, llamada San Felices de los Gallegos.
En 1476, los Reyes Católicos concedieron esta plaza a Garci Álvarez de Toledo, primer Duque de Alba. San Felices, es uno de los Conjuntos Históricos de la provincia de Salamanca.