El palomar ( Para Amado Calvo y Tessa)

Dedicada, a Amado y Tessa, por su cercanía

De pronto, sol, te yergues,
fiel guardián de mi fracaso,
y, en una algarabía ardiente y loca,
ladras a los fantasmas vanos
que, muchas sombras, me amenazan
desde el desierto del ocaso.
(Juan Ramón Jiménez)