(Dedicada a Inés, por su curiosidad e interés respecto a estas construcciones, y otros avatares históricos)
Las plazas fortificadas, basaban su defensa, en complejas edificaciones abaluartadas, donde las murallas, construidas con altos muros, se complementaban con torreones, almenas, garitas y pasos de ronda.
Posteriormente, estas fortificaciones, se tendrían que renovar debido a las necesidades del momento, para adaptarse a los modernos cuerpos de artillería, caballería e infantería, dando paso a una arquitectura militar nueva, donde los baluartes, revellines, falsabragas, escarpas, fosos, contrafosos, glacis y cañoneras, formarán una característica y original mezcla, de las artes de la guerra y de los nuevos conceptos del desarrollo urbanístico, que imperaba en el Renacimiento Europeo.
