Vístete como tu quisieres, ríete cuanto te venga en gana y no hagas caso de lo que pueden decir, pues cuantas acciones hicieres, todas tendrán apoyo en unos y murmuración en otros; y lo mejor es ponerte del bando de tu genio y de tu amor, y deja vivir a los demás con sus manías; pues ni tú naciste a enmendarlos a ellos, ni éstos han venido a corregirte a ti; cada uno viene encargado de asistir a sus sentidos y socorrer a su alma y los demás cuidados, no le tocan.
(Diego de Torres Villarroel)