Tarde de domingo

Tarde de domingo

Más que ninguna otra cosa, sin embargo, le gustaba caminar. Casi todos los días, con lluvia o con sol, con frío o con calor, salía de su apartamento para caminar por la ciudad, sin dirigirse a ningún lugar concreto, sino simplemente a donde le llevaran sus piernas.

Paul Auster – Ciudad de cristal

Xiaomi, M2101K7BNY, 4.7 mm, 1.8, 1/180, 56